viernes, 10 de diciembre de 2010

Más basura para este blog.-

Se deduce, se interpreta, se cree... No está mal, pero ¿has pensado en preguntar directamente? No es tan difícil, me han contado. Creo que cuando cuesta se inhala profundamente, se llenan los pulmones de aire tóxico santiaguino y se vomita todo cuando se piensa o se siente.

¿Sabe algo, señor lector? Hay una presión intratoráxica que siento cuando ciertos pensamientos se me cruzan por la cabeza. Es algo extraño, no sé si asociarlo con una emoción positiva o una negativa. Asociémoslo, por esta ocasión, a una imaginería. Si, una de esas que hace un terapeuta cuando te tiene tendido sobre un cómodo diván y te dice "Cierre los ojos e imagine un lugar tranquilo..." Lo malo es que en esas imaginerías siempre que me hacen proyectar una cocina, me asusta. Tiemblo, me ahogo, temo profundamente. Si hay algo que no me gusta del proceso entero es esto, sentirme fisiológicamente mal debido a la representación de mi inconsciente. (Si le hiciera una imaginería a un par de personas... ¿qué sentirían en la cocina?)

James y Lange no estaban tan equivocados al parecer. Este conjunto de respuestas viscerales me han desencadenado emociones (que ni yo reconozco).

Aparte, a pesar de estar llena de actividades que me gustan mucho... siento que quiero tiempo para hacer nada. Quiero playa, dormir todo el día, mirar el mar y pensar en la inmortalidad del cangrejo, leer un libro mientras mis pies juegan con la arena... pero para eso falta que llegue Enero. Por mientras a enfocarse en lo que queda: un examen, una presentación de circo, una presentación de salsa, TSR y chao 2010 (:

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