miércoles, 19 de septiembre de 2012

Extraña cosa es la distancia

Este sábado se cumplen 2 meses (ni yo me la creo) y mírenme, toda "empotada". A ratos siento que me quejo mucho de cosas pequeñas, como esa angustia al saber que no lo veré en 1 semana más, como ser la más infantil y ponerme celosa de su familia cada vez que la va a ver al sur (y que nunca le he dicho al menos explícitamente y tampoco pretendo hacerlo). Pero a pesar de los detalles debo confesar esa tranquilidad que me das a diario, esa sensación de que cuando cierro los ojos estás aquí abrazándome. Como dijo el otro día "me lancé desde un avión sin paracaídas", ya estoy entregada a la vida llegando a ese punto donde vivo un cliché, usando como pijama esa polera que dejó en mi casa la última vez o poniéndome ese chaleco rojo que me prestó una noche que el frío calaba mis huesos.
Cómo explicar de una manera racional esto... cómo ponerle un nombre a lo que me pasa contigo. Se vuelve tan simple y complejo mencionarlo, son esas ganas de al saludarte preguntar cómo estuvo tu día, son esas ganas de salir corriendo cuando estoy contigo solo con la intención de que me atrapes y me des un beso de aquellos, es detenerse al menos 3 veces por cuadra para besarnos, es sentir que puedo ser completamente sincera contigo y sentir que vamos creciendo juntos. Es eso, ver cómo vamos dando pasos juntos.

Qué más da, me aburrí de seguir escribiendo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

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Es increíble ver cómo afloran las posturas políticas incluso frente a la muerte de una persona. Todo a propósito del revuelco mediático que ha recibido el fallecimiento de un carabinero la noche del 11 de Septiembre. Es inevitable ver a fachos hablando por primera vez en su vida de derechos humanos y reírse al respecto, más allá del acontecimiento puntual y doloroso para la familia del carabinero. Es increíble ver cómo en estas situaciones brotan como los piojos las personas devotas y expertas en derechos humanos, porque claro ahora todos somos especialistas en el tema.
¿Todo esto a propósito de qué? De que en estos momentos se evidencia el claro doble estándar del chileno, que cuando le tocan sus intereses va a gritar a los cuatro vientos, siempre y cuando todo ocurra dentro de su metro cuadrado porque si ocurre del otro lado hay que condenar la violencia y ojalá los "violentistas" no vean nunca más la luz del sol y se pudran en la cárcel.
Que pena me das, Chile.

martes, 4 de septiembre de 2012

♥ !!!!!

No amor, te prometo que nunca pasó por mi mente volver a decir y sentir estas cosas. No amor, te prometo que te has vuelto ese ser mágico que necesitaba llegar a mi vida. No amor, te prometo que me haces la mujer más feliz del mundo... Aunque sea la más cliché de la vida!