Tras la espalda...

Yo odio...
odio las serpientes venenosas
que juzgan sin saber,
porque con su estupidez
condenan a toda la humanidad,
incluyéndome.

Se siente como si me ahogara
en un inmenso mar...
no quiero ni puedo más.
Queda solo un consuelo
uno poco alentador, maldita sea.

¿Por qué tantas pruebas?
¿Para qué tantos obstáculos?
Yo ya aprendí, por favor...
no quiero volver a sufrir...
no quiero enmarañarme en
los malos deseos del mundo.


[...Padre nuestro que estás en el cielo...]

·~

Resulta que también me canso. Levantarme todos los días a las 6.10 am, ir a ese incómodo shower, vestirme en mi habitación, tomar desayuno mientras me maquillo, salir de casa con las llaves en mano y revisar si el pase está en mi mochila. Caminar una cuadra larguísima para tomar una micro que llega en 25 minutos al liceo cuando si me fuese en auto llegaría en 3. Sentarme todos los días en el mismo lugar, con la misma compañera de banco, tener el mismo horario de lunes a sábado y hacer lo mismo los domingos. Resulta que si alguien me saca por un segundo de mi preciada rutina me pongo mal, me siento vulnerada e invadida dentro de lo úinico que he sabido forjar. Y me cansa que todos sean igual, me agota que la gente desconfie de mi suponiendo que me conocen y que no les he dado motivo alguno para ello. Y cuando me canso las lágrimas vacías caen por mi faz, lágrimas vacías son y serán, de esas que da lo mismo mentir cuando te ven con los ojos hinchados porque realmente no vale la pena explicar que algo te sacó de tu rutina y no sabes como reaccionar a ello más que con llanto. De eso se me escapa cuando me dicen espérame y no llegan, cuando me dicen te extrañé pero veo que no me necesitas, cuando veo una foto familiar y veo que la familia ya no crece, al contrario va diminuyendo, cuando me miro a mi y sigo siendo la niña con el alma bondadosa para con el mundo pero que si la miran feo se quiebra por dentro, la misma que se muere de vergüenza cuando le hacen un cumplido, la misma que vuela por los aires pensando cosas que ya no serán, la que cuando tiene que dibujar siempre hace un hada, flores y mariposas. Esa sigo siendo, la que está resignada a su rutina, la que cuido más que nada porque en estos momentos de mi vida ya no quiero más sobresaltos, solo quiero estabilidad y algo seguro de lo que pueda afirmarme, no algo que prometa estar siempre, sino algo que simplemente lo esté.
Amanda llora porque se cansa, porque se aburre, porque se agota, pero ya no por estar feliz·~

·~

Es que contigo no necesito exordios, naratios ni peroratios. A ti te veo a los ojos y todo es nada en ese instante. Contigo no puedo aparentar, ni mentir, ni esconder algo, porque me es inevitable que sepas todo de mí. Eres EL apoyo fundamental, eres el que tiene los toques justos para consolarme y enseñarme, eres el mejor amigo que podría tener. A veces se me olvida que eres como eres y se me olvida que también tengo que demostrar lo que me pasa contigo, disculpa si se me olvida, pero fue algo que tuve que hacer hace un tiempo.
Yo te extrañé más que a cualquier otro (no miento), yo pensé más en ti que en cualquier otro, yo te adoro más de lo que ti crees, piensas, sientes. Tu eres mi todo sin que te des cuenta. Déjame ayudarte cuando lo necesitas...

¿Estado civil?

El otro día conocí a un chico que me preguntó de si estaba soltera y con inseguridad le respondí que sí. Tras ese episodio comencé a hacerme la misma pregunta, ¿Estoy realmente soltera?. Dentro del marco legal lo estoy ya que por lo que tengo entendido no estoy en ninguna relación de tipo amorosa con ninguno de los hombres que conozco y me son cercanos, ¿pero ilegalmente?. Si, es cierto que mi corazón a veces se siente algo atada a lo que fueron los fantasmas de ayer. Conste, levemente atada, muy leve. Pero hay algo que la gente que me rodea a veces no comprende. Para mi las cosas no son tan sencillas como sacar un clavo con otro, porque no soy una madera que quiera que por ella pasen muchos clavos, tuercas, tarugos o tantas cosas más, yo solo quiero ser un trocito de un árbol y mecerme con el viento. Quiero tranquilidad para reconstruir este corazón que ayer amó con tanto fervor. Así que si me preguntan nuevamente "¿Estás soltera?" responderé "Sí, lo estoy. No porque me hayan pateado, sino porque quiero estar conmigo misma". Porque creanme, oportunidades para acabar con mi soltería he tenido muchas en los últimos meses, pero estoy yo primero de todo, por muy narcisista que eso llegue a sonar. Para amar a los demás primero hay que amarse a uno mismo.

A tientas · Mario Benedetti

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

Regretless·~

Clamar a los vientos por una epifanía suena un tanto ilógico. Primero se ha de anclar los pies a tierra antes de bajar del barco si no quieres correr el riesgo de ahogarte en un abismante mar.
Brincar por los aires sigue siendo mi especialidad, cuando la electricidad llega a tierra es en esos momentos cuando me aferro a las alas de un ave y me decido a volar sin remordimientos, sin mirar atrás.
Atravieso infinidad de nubes camino al cielo mientras el pasado se aferra cada vez más a la atmósfera, donde solo escapan pequeños detalles por aquel agujero ocasionado en la capa de ozono.
No me permitas volver a la tierra, pequeña ave, déjame compartir unos segundos más e tu volar...

Aullido nocturno·~

Esa ingeniudad peculiar
inherente a tus ojos castaños
perdidos en la memoria
de borracheras de vino,
atraviesa cuanto fantasma
ronda por mi pecho
y mi vientre.

Esa obsesión enfermiza
por cuanto aconteció
y se pierde en los libros,
plasmada en fantasías latinoamericanas
utópicas para la realidad,
tan empíricas para la voz.

Aquel toque justo de indiferencia
que toma la luna al seguirle el sol
desenmaraña junto al viento
los cabellos lacios de pieles ancestrales
cuando amanecer y crepúsculo
se unen por un minuto, no más.

Eternidad finita
escondida tras la retórica
y una metáfora alentadora,
observan y esperan...
Esperan que el sol brille más
y abrigue las pieles
cansadas de invierno.

Concupiscencia

¿Por qué?
¿Por qué las llagas
no perecen frente a una goma?
¿Qué ha de hacer el corazón desvalido
para perdonarse a sí mismo
el error del amor?
¿Cómo evitar el infortunio sangrante
de un futuro poco prometedor?
¿Cómo quitar de mi las huellas
de un intenso amor?

"Paciencia", susurran los árboles,
pero ni la araucaria comprendería
que el tiempo no siempre basta,
no al menos en estos casos.
El tiempo no cura las heridas
solo las distancia de la realidad,
y yo no quiero que la realidad
me golpeé una mejilla
porque no sabré, nuevamente, poner la otra.

El reloj traicionero se retrasa
justo en los peores momentos
y yo no hallo una salida
para este juego de nunca acabar,
este juego que ayer llamé amor
y que hoy desilusión.

Encadenada ya sé estoy,
perdida y desorientada
buscando por recovecos una mirada
y alguna palabra alentadora,
no que me haga sentir bien ahora
sino que vuelva a brotar en mí
la esperanza destrozada ayer
por un loco en la alborada

Sinfonía (des) prometida·~

Me pregunto... ¿Verás? ¿Serás? Pero más que todo... ¿Fingirás? Vueltas y vueltas como un tagadá. Saltos, brincos, corridas enteras que me separan. Olor a humo ajeno en mi piel, sabor a licores de alguien más. ¿Vienes?. No temas caer que yo soy la red que siempre te ha sostenido, ¿Acaso no recuerdas que cada vez que necesitas de alguien, ahí estoy yo? ¿Prestando mi hombro a tus lágrimas de dolor?. Que no me miren con compasión, es más, que no se dignen a mirar porque no comprenden nada. Pobres esos que no ven más allá de su nariz porque el karma les devuelve la intención. Silencio ensordecedor en las orejas de los demás, corazones aturdidos por notas musicales y melodías de días de lluvia. Pianos cautivadores de mi esencia destrozada se encaraman en las sienes desconcertadas. Ella no debería estar sola, yo debí haber estado en casa. Y por más que me niegue las cosas, el amor ya no tiene el encanto de antes. El sabor será distinto la próxima vez que coma carne, los besos serán menos importantes y cada vez más superficiales, las caricias se entumecerán junto con mi piel y tu no estarás. A veces la mente clama por respuestas que el corazón no puede dar, es entonces cuando la locura toma cartas en el asunto. Cuando las ideas te dicen que el amanecer será más temprano y el corazón que se siente ancestral, la insanidad intriga con sus "¿Y cómo habría sido si...?". ¿Dónde está Sigmund Freud cuando más se le requiere? ¿Y por qué aun no se va la inocencia perdida ayer?·~