martes, 15 de septiembre de 2009

Aullido nocturno·~


Esa ingeniudad peculiar
inherente a tus ojos castaños
perdidos en la memoria
de borracheras de vino,
atraviesa cuanto fantasma
ronda por mi pecho
y mi vientre.

Esa obsesión enfermiza
por cuanto aconteció
y se pierde en los libros,
plasmada en fantasías latinoamericanas
utópicas para la realidad,
tan empíricas para la voz.

Aquel toque justo de indiferencia
que toma la luna al seguirle el sol
desenmaraña junto al viento
los cabellos lacios de pieles ancestrales
cuando amanecer y crepúsculo
se unen por un minuto, no más.

Eternidad finita
escondida tras la retórica
y una metáfora alentadora,
observan y esperan...
Esperan que el sol brille más
y abrigue las pieles
cansadas de invierno.

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