domingo, 28 de marzo de 2010

Otro intento

Déjame hacer un pequeño experimento. No me hables nunca más en tu vida, no me busques ni nada por el estilo. Quiero y necesito cargar con toda esta mierda sin tenerte a mi lado, porque tu cuerpo me quema, porque tu voz retumba en mi interior. Ya me cansé de tener que seguir con esta farsa y siento que he debido hacer esto antes pero exigiéndote que no me hablases jamás. Ahora es algo tarde, ahora quema más, ahora todo es más mentira, ahora te miro a los ojos y debo hablarte de banalidades para no sentir ese torbellino de emociones que llega junto contigo, ahora me siento más vulnerable y en el peor momento. ¿Cómo hacértelo saber? ¿Cómo quitar el amor sin el dolor de por medio? No lo sé, ese es el problema. Que eres el único que puede hacerme cambiar de parecer cuando sé que estoy en lo correcto. Porque eres el único que si me pregunta por qué escribí esto te harás la víctima y te sentirás mal, y me harás sentir la culpable y te diré que lo que escribo no es nada más que ideas locas que me vienen a la cabeza y me volveré a mentir y seguiré atrapada en este círculo vicioso de por vida. Y es en estos momentos cuando necesito de alguien en quien apoyarme y me siento sola porque siento que el único que en verdad estuvo alguna vez fuiste tú y hace casi un año ya te fuiste... Te extraño tanto, idiota. Me haces tanta falta... y quiero cerrar de una vez por todas este puto capítulo en mi vida.

domingo, 21 de marzo de 2010

P&A


Me gusta tenerte al menos en mis sueños. Sentir un abrazo, un coqueteo, unas caricias... Saber que por algún segundo fui tuya, yo y nadie más en tí. Tener la certeza de que no existían otras ni en tu racionalidad ni en tu sistema límbico... tan solo yo, contigo. Hacerte saber que no hay nada de qué puedas temer, que te puedo tomar la mano y no soltarte si así lo quieres. Sentir... esos segundos previos a un beso tan ansiado y dejarse llevar por las emociones, pasar por tus labios y terminar en promesas simples como un "Te quiero" después de ser uno.
Que lindo es soñar, ¿no?

martes, 16 de marzo de 2010

Ven, mi amor

Ven, cariño. Pónte cómodo, deja el maletín de lado y apaga el celular. Bebamos una copa juntos esta noche. Ven, mi amor, que te cociné algo rico. Hablemos de la vida, de nuestras historias. Démonos un tiempo para ser felices. ¿Mi amor, me ves distinta? Sí, es que hoy me puse bonita para tí así que bebámonos este vino de exportación al seco y vayámos a la cama como en los viejos tiempos mi amor, ¿recuerdas?. Tu me despeinas los cabellos y yo te mancho de rush la camisa.

lunes, 15 de marzo de 2010

Voices


Hola, buenas tardes. Mi nombre es Amanda y te encuentro interesante.







(me reservo el resto de los comentarios)

jueves, 11 de marzo de 2010

:)

Si... estoy ansiosa. No puedo dormir por las noches y como todo cuanto se me cruza en el camino. Pienso una y otra vez en lo mismo (no me lo puedo sacar de la cabeza) y quiero que llegue luego. Siento que este año será excelente

lunes, 8 de marzo de 2010

Sé tu mismo


Mírame
busca rastros de idilios en mi piel
atrapa sueños con el corazón
vuela y siente el viento a tu alrededor
gira con ganas hasta sentir náuceas
canta fuerte sin antes vocalizar
exponte al ridículo público
haz sonreír a los demás
y deja que los demás te hagan sonreír

Háblame
usa palabras complicadas para lo simple
y lo complejo hazlo sencillo
susurra al oído
pinta colores en la rutina
enciende velas en la oscuridad
camina por caminos vacíos pero no olvides los repletos
salta alto y cae en punta de pie
mueve tu cuerpo con sutileza al compás
toma una mano y no la sueltes más

Siénteme
brilla con las estrellas
envuelve lo tibio con frescura
amasa el pan con tus manos
huele el pasto recién cortado
moja tus pies con la lluvia invernal
resfríate, enamórate, diviértete,
sé feliz
vuelve a nacer cada día
piérdele el miedo a lo desconocido
perdona

Respira
que aun nos queda aire gratis
ayuda al desvalido
limpia el polvo de tus recuerdos
cuida a las plantas y animales
respeta a tu prójimo como a ti mismo
bebe una taza de té caliente en un día frío
camina descalzo por la playa
escucha música y hazla tuya

Date un minuto, un segundo
piensa en tu futuro
ten convicción, tenacidad
y vuelve al presente.
Sonríe que le hace falta al mundo

jueves, 4 de marzo de 2010

(L)

Me di cuenta que no es el corazón el que duele, sino el orgullo

Half way down

Si hay alguien que puede tomar mi decisión, escribirla en un papel, arrugarla, quemarla y tirar las cenizas al mar... ese es él, no porque quiera sino simplemente porque tenemos un asunto pendiente. Porque el libro de nuestras historias quedó con páginas en blanco y a medio terminar, porque su aroma lo ahogué en el rencor sin pensar que el día de mañana las mariposas volverían al estómago. Si, si... que diga lo que quiera, después de todo esto no es más que una pataleta, una película a medio ver.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Navaja de Occam

Por algún motivo la vida me llevó allí. Era una callejuela de Santiago Centro, oscura por el terremoto y con poca gente alrededor. Habíamos un grupo de personas, unas 15 y yo la única mujer en medio. No recuerdo bien el qué hacíamos tan solo recuerdo un "¡Cuidado con las piedras!" y salimos corriendo. Un tipo como de mi edad me dijo que todo iba a estar bien, que él me protegería y comenzó una pseudo guerra de la que yo no sabía nada. Tras eso me dijo que fuese directo a tomar micro y me fuese a mi casa, que por ningún motivo me quedara rondando por las calles porque los otros me atraparían... Asustadísima le hice caso así es que con todas mis fuerzas corrí a tomar una micro. Mientras corría veía unos seres extraños mirandome, tenían caras como de demonios y al parecer me perseguían. Con más temor corrí y me subí a una micro.
A la noche siguiente volví a ir y me recibieron, aparte del grupo de muchachos de mi edad, unos 10 adultos de unos 50 o 60 años, todos con abrigos negros largos y canosos. Al saludarme todos me dieron un apretón de manos muy especial. Luego de saludarlos me acerqué a los que a esas alturas ya eran mis compañeros de odisea y les pregunté que qué sucedía... "Eso que viste ayer amenazarnos son demonios. Sé que es difícil de entender pero por el momento lo mejor es que nos creas. Ahora, ellos no persiguen a cualquier gente por lo que has notado yaque cuando corrias ayer ellos solo te miraban a ti y no a la demás gente que circulaba a esas horas por la calle, esos demonios persiguen mazones. Sé que has oído de ellos y sé que tu tío abuelo es parte de ellos, pero lo que no sabes es que los puestos son hereditarios y de tu familia tu fuiste la elegida para heredar la mazonería. Ahora debes entender que esta es una misión difícil, desde ahora tendrás que aprender a convivir a estos demonios y en lo posible evitarlos porque si te tocan... bueno, solo evita acercarte a ellos"
Fue extraña la sensasión tras esas palabras, no sé como explicarla bien tan solo sé que no me asombré, era como si siempre hubiese sabido que era parte de la mazonería. Así que tomé cartas en el asunto y cooperé con nuestra pequeña guerra. Tras esa noche aparecieron cerca de 50 demonios todos vestidos de negro y con rostros rojos, estos se veían más ágiles que los del otro día así es que decidí evadirlos lo más posible. Es por ello que tomé un desvío de casi 3 cuadras para evitar a la masa. Recuerdo hacer corrido por un cerro hasta una parte con una pendiente pronunciada donde no había escaleras y con toda fe salté hacia un precipicio de unos 20 metros. En ese momento era como si casi no hub iese gravedad, sentía como me podía mantener en el aire sin caer abruptamente; podía volar. Comencé a descubrir como funcionaba todo esto y me di cuenta que cuando juntaba mis extremidades podía avanzar más rápido, asi como si me inclinaba hacia abajo podía descender. Al divisar un lugar relativamente despejado aterricé y caminé. En ese minuto vi a mi hermano y hermana y cómo los demonios intentaban acosarlos. Corrí donde ellos y les grité que me siguieran pero parecían no entender, así es que los tomé de las manos y lo hice volar conmigo. Mientras volábamos, y mi hermano no comprendía nada, les dije que esos demonios que ellos apenas podían ver perseguían a los mazones y que debíamos escapar. Mi hermano no tardó en preguntarme
-¿Pero y a qué mazones están persiguiendo?
- A mí
Su rostro mostró asombro pero claramente estaba mas preocupado por su vida y arrancar así que por el momento no hizo más preguntas. Llegamos a un lugar con unos 30 demonios, lugar donde debíamos nuevamente tomar una micro e irnos. Esperamos los 3 ahí a que llegase el vehículo que nos debía transportar pero no lllegaba. El tiempo avanzaba y también los demonios, sentía como si un tsunami se me viniese encima en cualquier minuto. Uno se nos acercaba en especial y tenía un cuchillo en su mano, no sé de dónde saqué fuerza con tal de proteger a mis hermanos y me avalancé sobre él y le arrebaté el cuchillo, mientras llegaba la micro yo lo amenazaba para que no se nos acercara. En esto veo el vehículo acercarse a toda velocidad para recogernos de esa situación y los demonios comenzaron a correr para atacarnos. La micro abrió sus puertas y mis hermanos subieron, yo antes de hacerlo tomé el cuchillo y se lo clavé en el pecho al demonio que más nos intentaba atormentar. No quise ni mirar atrás para ver la reacción del bicho raro y subí finalmente a encontrarme con mis hermanos en el vehículo.
Mientras estabamos ya más tranquilos me comencé a cuestionar el cómo llegué a enterrar un cuchillo a un ser, bastante extraño pero ser al fin y al cabo. Cómo tuve la fuerza de enterrar un pedazo de metal en el pecho de ese demonio... nunca me creí capaz de ello, nisiquiera en la situación más extrema pero al parecer la sangre pesa más que los valores en algunos casos. Pensaba en esto cuando dejé de sentir a mi brazo. Abrí los ojos y me di cuenta que estaba durmiendo encima de este. Lo dejé colgando para que le llegase algo de sangre pero no pude volver a entrar a ese mundo de la mazonería, o al menos no aun. Algo me dice que esta noche me volverán a hablar en sueños...





[...Continuará...]

martes, 2 de marzo de 2010

Desplome

La rutina consistía siempre en lo mismo. Llegaba a su casa, saludaba con cara de cinismo a mis suegros y me iba directo a su pieza donde no salíamos más de ahí hasta el anochecer. A veces partíamos con juegos como el "strip-poker" a veces me hacía la sumisa y él me dominaba. Pero esos eran casos especiales, por lo general aniversarios, cumplemeses o cumpleaños. Todos los demás días era igual. En invierno meterse bajo las sábanas y quitarse lentamente la ropa. Él me besaba y a esas alturas yo no quería nada, tan solo estar con él y si tenía que hacer lo que él quisiera para hacerlo, entonces así era. No niego lo placentero que era al comienzo, sentir el sudor de nuestras pieles mezclándose, tener esas cosquillas que me recorrían todo el cuerpo, tener esos quejidos que le daban un plus a la situación... pero con el tiempo se fue perdiendo. Ya nada era nuevo, todo era igual, era casi como un contrato. "Ponte así, yo asá, estemos tanto minutos y te vistes luego porque vendrán mis papás" esas frases fueron quitando la diversión. A veces estábamos en medio de una relación sexual y decía que debía ir al baño a orinar, pero que a la vuelta estaría igual que antes con algo de sexo oral. Con asco respondía que si, sentía ese sabor ácido de la orina en la boca y no debía quejarme porque si lo hacía además se enojaba conmigo. Y así recomenzaba más sexo sin ganas, yo poco menos fingiendo y él apuradito, como si se le olvidara que lo que hacíamos era entre dos. Y no comprendo aún esa afición de los hombres por el sexo oral, como si a las mujeres nos gustara mucho saborear sus poco sabrosos fluídos en nuestras lindas y limpias bocas. Después de eso recuerdo me pedía eyacular en mi rostro porque le excitaba, así que ingenuamente la primera vez dije que si: EPIC FAIL. El semen se fue directo a mi ojo y ardió por el resto del día como si tuviese ácido en él. Tras ese incidente le dije que no lo haría nunca más, pero me rogaba por hacerlo y esta vez quería que me lo tragara. No sé de a dónde salieron las fuerzas para hacerlo. Sentí esa vez un líquido tibio en mi boca, viscoso y amargo y me dijo "trágatelo" y pensé que tomaba el chocolate caliente más rico del mundo; mentía. Grandes fueron los esfuerzos para no vomitarlo encima de él pero fallé, una mezcla poco sexy cayó directo en sus perfectos abdominales.
Si no eran sus peculiares fantasías era el frío del invierno que, cómo decirlo, no dejaba que su aparato reproductor funcionara bien. "No me saques la frazada que me da frío y no funciona bien" o "No me destapes que el cambio de temperatura hace que me sangre la nariz" o "No hagamos esa posición que a ti tanto te gusta porque se me acalambran las piernas, hagamos mejor esta otra" y tras tantos peros ya empezábamos y terminábamos en la misma posición: yo dándole la espalda y tendidos en la cama. Y siempre lo mismo, cuando le pedía que me acariciara para excitarme me decía "No es que es incómodo desde aquí, mejor hazlo tu" así que, nunca le dije, pero el último tiempo fui responsable de mis propios orgasmos.
Los últimos días de nuestra relación eran no más de 20 minutos, en la misma posición, calladitos y cuando terminábamos debíamos vestirnos en caso de... Todo se volvió monótono, todo se volvió rutina, nada era novedoso por querer quedarse con lo más cómodo y ya casi teníamos horarios para tener sexo. Pregunto yo ¿cuánto se puede durar con ese tipo de sexo? yo duré 1 año, miento. Fue un poco menos porque al principio no tengo quejas. 6 meses teniendo sexo de mierda como rutina y base de una relación que no funcionaba. En resumen, la oxitocina te ciega y te crea dependencia emocional de un saco e weas que no es capaz de satisfacerte en lo mas mínimo por querer estar bien solo él. Y además después lloramos cuando perdemos al pelotudo cabeza de pene...