Si tan solo yo pudiera entender este sentir, este vacío que llega a mi alma en momentos de quietud, esta sensación de desesperanza que me corroe sin motivo alguno. Mientras el mundo sigue girando, la gente sigue avanzando, risas, tristezas, amores, desamores. Y yo aquí, en mi burbuja, sintiéndome como un hámster en una rueda, haciendo como que me muevo pero sigo estando en el mismo lugar. Las promesas, las palabras de apoyo, las intenciones se las lleva el viento. Ustedes avanzan, yo sigo en pausa.
Bailen, canten, disfruten, beban, compartan, háganlo, de verdad. Yo seguiré aquí. Pero no me pregunten qué me sucede, no sirven de nada las intenciones una vez que es muy tarde, cuando les necesité no estuvieron, ahora ya no los quiero acá.
Solo lo quiero a él, el que la tierra alejó de mi, el que está detrás de montañas y océanos, pero él me necesita, no puedo arrastrarlo a este lugar, no ahora. Si quieres, prometo que un día puedo traerte a esta esquina junto a mi, te pediré un abrazo, que no me sueltes y lloraré sobre tu hombro hasta sentir que pierdo la respiración. Lloraré toda la vida que ha pasado por mi.
Prometo invitarte a mi lugar oscuro, prometo dejarte entrar cuando estés preparado, mostrarte el rincón de mi vida sin sentido, sin esperanzas, sin amigos, sin alegrías ni futuros. Prometo que lo haré, será la prueba final, pero es una que con gusto corro el riesgo por ti, contigo, juntos. Si la vida te aleja de mi, que sea después de mostrarte todas mis luces y todas mis sombras.
