sábado, 31 de diciembre de 2011

tshao

Cuando tenga el tiempo y las palabras para describir el paso del 2011 al 2012 entonces seré dueña de una historia magníficamente miserable.-

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Adiós 2011... hola fin del mundo!

¿Este año?


En el primer semestre mucho pelarse, mucho hacer cochinadas en la playa, muchos viernes bebiendo cerveza en maipú, muchas escondidas en la U con el niño rubio.

Mucha movilización, mucho empoderamiento social, mucha represión y mi primera detención por defender la toma de la U.

Mucha lucha por resistir frente a la desmotivación tras los paros y tomas, mucha búsqueda de fuerzas por seguir adelante en lo académico.

Mucha gente nueva, mucha gente linda que me acompañó este año, muchos lazos consistentes, mucha gente que comparte mis ideales.

Muchos carretes, muchos viernes en la "Plaza La Reina", mucho dinero vendiendo tequila.

Mucho estrés de final de año, mucha presión por no echarme ramos, mucha fuerza para lograr mis expectativas.


¿En resumen? Conocí a mucha gente y me consagré como "comunista" en la U, me eché método II pero me eximí de 3 ramos (Individuo y sociedad, Aprendizaje y procesos de cambio, Psicología del Desarrollo) y termino el año preparándome psicológicamente para el 2 de Enero dar el primer examen.
Finalmente fue un año muy intenso (demasiado), con mucha energía puesta en el movimiento estudiantil y después con mucha desmotivación. El segundo semestre fue la lucha por seguir en pie y no caer rendida ante las presiones de la U y de además seguir movilizados a pesar de todo.
De lo familiar el único acontecimiento que marcó fue el fallecimiento de mi último abuelo, mi tata Carlos.
¿Y el corazón? Bueno tan solo una reflexión... tengo que aprender a dejarme querer.-

lunes, 26 de diciembre de 2011

F/c

Delirios histriónicos que recorren los recovecos de una mente a escasas horas de otro aniversario de alumbramiento.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Renuncio

Renunciar a la empresa no es renunciar al trabajo. El trabajo es la cualidad inalienable del ser humano, por ende renunciando al trabajo se renunciaría a la naturaleza del ser, mientras que renunciando a la empresa se apela a las condiciones del trabajo. Renunciar a las condiciones de trabajo dignas es dejarse dominar por un grupo oligárquico con poder, por eso mismo no renunciar a la empresa es renunciar a los derechos. Renunciar a aquello que las leyes tan grandilocuentemente mencionan como "los derechos del trabajador", renunciar además a la idea de que tras tantos siglos de movimientos sindicales aun no es capaz de cumplirse siquiera la ley de la silla, renunciar a pensar que las luchas previas han sido en vano hasta hoy.
Renunciar al pensamiento de lucha de clases por tener un par de burlas en el bolsillo, renunciar al renuncio porque la historia se repite a lo largo de la historia laboral y en consecuencia renunciar a la idea de algunos cambios.
Pero renunciar a las empresas en este mundo neoliberal es como renunciar al trabajo, porque hoy no hay trabajo sin empresas, por ende el trabajo se vuelve vertiginosa y escandalosamente en otra cualidad inalienable del neoliberalismo económico.

Por eso y mucho más, renuncia. Renuncia a tu jefe, renuncia a las burlas en el bolsillo, renuncia a las empresas, renuncia al neoliberalismo, renúncialo todo... pero no renuncies a los derechos, no renuncies a la lucha de clases, no renuncies al sindicalismo, porque si tu renuncias ahora seremos dos los perdidos en este mundo de dominaciones sin sentido.-

lunes, 12 de diciembre de 2011

El último adiós

Él tenía razón... de todos modos ya estaba pensando mi plan de acción de aquí en adelante (resignarme a que fuiste un amor incompleto idealizado). Diste el paso final que yo no estuve dispuesta a dar, el de superar las cosas (Adiós, Alejandro...).