martes, 17 de mayo de 2016

Sesión 1.

Bueno, durante bastante tiempo este fue mi espacio de reflexiones, desahogo y crecimiento personal. Eso hasta que sentí que le permitía la entrada a mi mundo interno a demasiadas personas, es por ese motivo que el día de hoy decidí recuperar este espacio y hacerlo privado para así volver a tener este espacio terapéutico.

Estoy en un momento de mi vida en que las cosas parecen no estar del todo bien, pese a que mirando bajo un lente objetivo pareciera estarlo. Lamentablemente soy propietaria de una autocrítica terrible, herencia de la crianza de mis padres, esa frase de "nunca haces nada bien, siempre falta algo" ha sido algo que con el transcurso de los años más me atormenta. Cada paso que doy, por muy motivada que esté a hacerlo en un principio, tarde o temprano siento que no estoy haciendo las cosas bien y deserto. Ha ocurrido con cosas de pequeña envergadura, como alguna actividad extracurricular tales como talleres de tela, cheerleader, teatro, escritura, baile, etc... No obstante, durante los últimos años esta parte de mi se ha transferido hacia áreas más estructurales de mi ser, como por ejemplo mi carrera profesional y es aquí donde surge un problema.
Siento que no soy buena en lo que hago, que estoy completamente desmotivada, tengo cosas pendientes por hacer en mi rubro y aún no logro hacerlas, siento que cada vez que haga algo no será lo suficientemente bueno, por lo tanto me paralizo y termino no haciendo nada (Indefensión aprendida detected). Siento que cada vez que intento aprender no lo hago por mi, siempre es por algún factor externo, siempre el locus de control externo me maneja y me desespera esta situación.
Vivo pendiente de la validación de otros, me encantaría que no fuera así pero por mucho que lo intento, al recibir un mínimo de validación mi ser se llena de júbilo. Algo debe faltar en mí, algo debe haber en mi ser que me cuesta tanto la introspección verdadera (no la divagación de pensamientos que suelo hacer). Esa sensación de que a mi vida la falta algo siempre está (estoy intentando hacer memoria desde cuándo lo siento así... me atrevería decir que a eso de los 18 años comenzó).
Vivo pendiente del pasado, siento que hubo una época de mi vida en la que era feliz con las cosas más mínimas, irradiaba felicidad y amor al mundo, eso fue a eso de mis 16-17 años... Y algo ocurrió conmigo que de un día a otro esa sensación de plenitud emocional se me escapó.
Siento esas ganas de volver al pasado, volver a ser una adolescente sin preocupaciones, con amistades, con muchas posibilidades frente a mi... Eso es lo que más extraño, sentir que el mundo era una infinidad de posibilidades, hoy por hoy siento que mi camino ha avanzado mucho y de manera en que me asusta, me asusta porque no estoy segura si he elegido el camino correcto, no elegir este cmaino sería una desilución para mis padres y mi familia (denuevo ese interés por la validación de otros desde afuera y no desde la satisfacción personal).
Me siento perdida, desconcertada, desorientada. Siento que no soy suficiente, que no basto para mí ni para nadie. Siento que lo que más me gusta hacer es lo que más temor me da de hacer, porque la posibilidad del error me aterroriza y termino decidiendo no hacer nada y dejar mis intereses de lado. Le tengo terror a equivocarme, es un tema que surgió en mi último espacio terapéutico. Recuerdo que el psicólogo una vez me dijo "Las personas más exitosas no son las que menos se equivocan, sino las que más lo hacen". Me hizo mucho sentido desde lo cognitivo, y lo sigo pensando así... pero de pensarlo a intentarlo es un paso que me da terror de dar. Soy pésima para salir de mi zona de confort. Entiendo que mientras no haga esto, las cosas seguirán igual de planas, pero... Cómo salir de aquí? En verdad quiero salir de aquí? Quizás ese sea el punto, no tengo la motivación necesaria para tomar mi vida por la riendas y hacerle "Arre, mierda!". Quizás aún no llego a ese punto en que encuentre la  motivación, quizás siga sin encontrarlo en mucho tiempo... Por qué esto me angustia tanto?
Me quedé pensando en las grandes oportunidades que han llegado a mi vida y que nunca he tomado, oportunidades de investigar, de presentar en congresos, de publicar un libro, de especializarme... Oportunidades que suelen quedarse en eso, solo oportunidades y no hechos (aún no logro concretar nada en mi vida).
A veces pienso que la vida ha sido demasiado dura conmigo, todo lo que quiero me cuesta el triple que a la gente común. Este es el punto del relato en que quiero mencionar mi infancia.
Usualmente mi memoria es pésima, pero hay ciertos eventos y situaciones de mi infancia que recuerdo con mucha vividez. Intentaré relatar algunos de ellos aunque parecieran no tener conexión entre sí.
-Un día en que peleamos con mi hermano Simón (tenía cerca de 7 años), mi mamá nos pilló y corrió para pegarnos. Recuerdo que me escondí bajo la cama, mi mamá me encontró pero no lograba sacarme de ahí... Su rostro desfigurado por la ira es algo que nunca más olvidé.
-Los días viernes (a los 7-8 años) eran "el día del completo", porque mamá iba al negocio del frente, me compraba un completo para mi sola y me dejaba en su pieza viendo monitos animados hasta tarde. Era mi día favorito... hasta que un día se me ocurrió levantarme a la cocina de madrugada, grande fue la sorpresa al ver a mi madre en el suelo del living desnuda junto a otro hombre, un taxista de nombre Marcelo creo. Este fue el proceso en que mis padres se separaban y volvían... no detallaré más de eso.
-El día en que se me dio vuelta la leche en mi bandejita de plástico naranja, llamé a mi padre y se indignó porque no podía hacer nada bien, corrió el plumón de la cama para destaparme y hacerme salir de la cama y terminó derramando mi leche en toda la cama y pared. Me volvió a culpar a mi por esta situación. Ha sido de las pocas veces en que he visto a mi padre indignado (usualmente por cosas mínimas que lo sacan de quicio).
-El día en que mi madre leyó mi diario de vida a eso de los 8 años, donde relataba cómo la vi a  ella y al taxista y cuánto lo odiaba a él. Mi madre diciéndome que no debía ser así con las personas.
-Todas las veces que estuve sola en casa y debía hacerme almuerzo, la vez que quemé la hamburguesa y mi vecina Angélicca debió venir para ayudarme ya que casi quemo la casa estando sola.
-La vez que le robé 10.000 a mi mamá solo porque quería ser popular en el colegio, les di dinero a todas las niñas ese día en el recreoo, me sentí la más popular... Hasta que me descubrieron y avisaron a mi madre.
-Recuerdo que cuando niña me hacía en la cama con frecuencia hasta eso de los 10 u 11 años. En una oportunidad no pude controlar mis esfínteres en el colegio y me hice "del dos".
-Recuerdo que cuando chica me llevaron al psicólogo, recuerdo que me hacía dibujar las cosas que me daban susto. En una oportunidad dibujé el perro de la esquina de mi casa que me asustaba. El resto de las sesiones fueron terribles, ella intentaba preguntarme cosas y yo no hablaba. (Años después me reencontré con esa psicóloga, estuve a cargo de ella en mi lugar d epráctica.. lugar donde me fue pésimo y ni siquiera terminé mis deberes, esto por no saber pedir ayuda cuando la necesité).
-Recuerdo que mi hermano mayor era mi ídolo... cuando pequeña me iba a dormir con él cada vez que mis papás discutían. Esto fue hasta la adolescencia en que empezaron sus problemas... y cada vez dejó de ser más mi ídolo... pasó a ser alguien que con cada acto me desilucionaba más y más. Al punto que actualmente no tenemos relación, nos saludamos, hablamos de alguna banalidad y nada más. No sé cómo llegamos a eso, todos nos decían que cuando pequeños solíamos andar juntos para todas partes...
-Son muy pocos los recuerdos de mi infancia con mi papá, uno de ellos eran las visitas a su pieza (cuando se separaba de mi mamá), estaba en Stgo. Centro, cerca de Av. Brasil. Vivía en condiciones miserables. Ahora que lo pienso mi papá siempre ha sido como un ente en mi familia, está físicamente pero nunca expresa nada. Tiene un tema con la expresión de sus emociones, especialmente con las muestras de afecto. Escasas han sido las ocasiones en que me ha dado un abrazo.

En resumen... M infancia fue guiada por mi madre en la flor de su Trastorno de Personalidad y mi padre Evitativo. Nunca me di cuenta de lo sola que me sentía, solo recuerdo que somatizaba mucho. Mucho de ellos vive en mi persona ahora, a ratos pienso que mi psyque se parece más a la de mi padre. Una persona ansiosa, evitativa, melancólica hasta decir basta. De mi madre tengo esas ganas de ayudar al mundo a pesar de yo no tener nada, su alegría y afectuosidad. Siento que mi estructura en sí se parece más a la de mi padre, aunque los matices se acercan a mi mamá. Es por eso que al ver a mi papá me asusta que un día termine siendo como él. Introvertido hasta no poder más, melancólico, mañoso, obsesivo, sobreestructurado.
No quiero ser así, tampoco quiero ser como soy ahora, me preocupa mi futuro y vivo pegada en el pasado... EN resumen, estoy en cualquier parte menos en el presente.