viernes, 4 de septiembre de 2009

Sinfonía (des) prometida·~


Me pregunto... ¿Verás? ¿Serás? Pero más que todo... ¿Fingirás? Vueltas y vueltas como un tagadá. Saltos, brincos, corridas enteras que me separan. Olor a humo ajeno en mi piel, sabor a licores de alguien más. ¿Vienes?. No temas caer que yo soy la red que siempre te ha sostenido, ¿Acaso no recuerdas que cada vez que necesitas de alguien, ahí estoy yo? ¿Prestando mi hombro a tus lágrimas de dolor?. Que no me miren con compasión, es más, que no se dignen a mirar porque no comprenden nada. Pobres esos que no ven más allá de su nariz porque el karma les devuelve la intención. Silencio ensordecedor en las orejas de los demás, corazones aturdidos por notas musicales y melodías de días de lluvia. Pianos cautivadores de mi esencia destrozada se encaraman en las sienes desconcertadas. Ella no debería estar sola, yo debí haber estado en casa. Y por más que me niegue las cosas, el amor ya no tiene el encanto de antes. El sabor será distinto la próxima vez que coma carne, los besos serán menos importantes y cada vez más superficiales, las caricias se entumecerán junto con mi piel y tu no estarás. A veces la mente clama por respuestas que el corazón no puede dar, es entonces cuando la locura toma cartas en el asunto. Cuando las ideas te dicen que el amanecer será más temprano y el corazón que se siente ancestral, la insanidad intriga con sus "¿Y cómo habría sido si...?". ¿Dónde está Sigmund Freud cuando más se le requiere? ¿Y por qué aun no se va la inocencia perdida ayer?·~

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