miércoles, 12 de septiembre de 2012

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Es increíble ver cómo afloran las posturas políticas incluso frente a la muerte de una persona. Todo a propósito del revuelco mediático que ha recibido el fallecimiento de un carabinero la noche del 11 de Septiembre. Es inevitable ver a fachos hablando por primera vez en su vida de derechos humanos y reírse al respecto, más allá del acontecimiento puntual y doloroso para la familia del carabinero. Es increíble ver cómo en estas situaciones brotan como los piojos las personas devotas y expertas en derechos humanos, porque claro ahora todos somos especialistas en el tema.
¿Todo esto a propósito de qué? De que en estos momentos se evidencia el claro doble estándar del chileno, que cuando le tocan sus intereses va a gritar a los cuatro vientos, siempre y cuando todo ocurra dentro de su metro cuadrado porque si ocurre del otro lado hay que condenar la violencia y ojalá los "violentistas" no vean nunca más la luz del sol y se pudran en la cárcel.
Que pena me das, Chile.

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