Sin crimen no hay castigo

No habían malas intenciones en su mente para ese día. La jornada sería estar con sus amistades, conversar, reír y después irse.
Pero se le olvidaba la existencia de un secreto que ella guardaba.
Llegó al lugar escoltada por su padre, el que la dejó en la puerta del domicilio de la cumpleañera. Ella entró y comenzó a hablar con sus amigas.
Luego llegó más gente, y junto con ellos el alcohol. No quiso controlarse y bebió todo lo que pudo, o al menos lo que quizo.
Sus pies comenzaban a tambalearse no muy notoriamente y parte de su rostro lo sentía dormido.
Hablaba, y hablaba, y hablaba... Nada muy relevante, nada coherente. Sólo decía palabras al aire como cualquier otro borracho.
Nada fuera de lo común. Sus amigas se reían con ella, tal vés como nunca antes lo habían hecho,
hasta el momento en que se le ocurrió hablar de lo sucedido...
"Sí, pasó algo con el novio de ella"
Todos quedaron atónitos, lo único que vino a sus pequeñas mentes fue un
-"Dónde?, Cuándo?"
-"En la fiesta de cumpleaños de una amiga y otra ves en su casa"
-"Cómo... Dos veces?"
-"Sí"
La llevaron del brazo a una habitación y comenzó el interrogatorio.
Llegaron los insultos, las amenazas, las boberías de moralidad que recuerdan sólo en esos momentos (que inconsecuencia)
_"Le dices tú o le decimos nosotras"
-"Si tanto la quieren, por qué hacerla sufrir?"
-"No se trata de eso, tiene que ver con lo que es mejor para ella."
"Quiénes se creen para pensar que pueden saber que es lo mejor para quien cuando ustedes están casi tan borrachas como yo", pensó ella.
-"Mejor dejarla seguir viviendo en su mundo rosado de fantasías"
Y luego de eso comenzaron las anecdotas con el novio de mi amiga... todavía amiga.
"Mira, una ves yo estaba con él en un parque semi borracha y me hizo algo así como una propuesta indecente. Yo le dije que no, porque sabía que él estaba con Laura"
"Muy bien, te felicito!", pensaba ella.

Y así la tuvieron por un par de horas hasta que entró otra de sus "amigas" y dijo que de esa manera, ebrias, no iban a conseguir nada, mejor era esperar a estar más lúcidas.
Así es que se tendió en la cama e intentó dormir. Tenía su consiencia más limpia que nunca.