Porque la Violeta ya lo hizo...

¿Quién soy yo para decidir quién merece amor o no?
¿Acaso tengo poder en tu decisión?
¿Acaso si digo que no lo merece
será distinto?

¿Acaso te molesta que escriba esto?
¿Que le hable a un ente ficticio
que utópicamente me hace sufrir
pero que cuando los rostros se juntan
las sonrisas brotan de la nada?

¿Soy acaso cínica por sonreirte a ti?
¿Por esbozar una sonrisa
mientras por dentro prefiero hacer algo más?
Entonces si es así castigame con la mirada

¿Te molesta que recuerde lo dejado atrás?
¿Que, aunque no me hayas amado,
mi corazón por ti latió como por ningún otro?
¿Que te di desde mi fidelidad
hasta mi eterna felicidad, mis caricias,
mis palabras y quizá algo más?

Te lo entregué todo y ahora me siento vacía.
Siento que para otro ya no tengo qué dar,
te llevaste todo cuanto alguna vez quize regalar
Y me dejas así, sin más.

Si, te culpo de no cultivar el amor
De no saber cuidar de una flor
De olvidar que hay que regar todos los días
De que tus ojos se hayan desviado hacia otro rincón.

¡Culpable eres y serás!
Sea yo, sea ella o cualquiera otra más
culpable de querer proteger a lo desvalido
y abandonar aquello que tuvo sentido.

No te maldigo porque la Violeta ya lo hizo antes
Pero si te dejo a conciencia todo aquello que has hecho
por, contra o a favor de algún amor
que alguna vez tuviste pero que hoy se esfumó.