domingo, 10 de enero de 2010

Se siente culpable

Finalmente ese día había reunido fuerzas para visitar al psíquico que le recomendó un amigo. Se vistió con ropajes prudentes, nada que delatara abiertamente su forma de ser, y partió en busca de la dirección que cambiaría su forma de ver las cosas, pero ella aun no lo sabía.
Al llegar y ver el sucucho que compartía la dirección con esa que le había dado su amigo, no creyó que fuera cierto. Miraba atónica esa puerta podrida por la humedad del invierno, el adobe trizado y a punto de derrumbarse sobre ella y esas escaleras de metal oxidado que se veían al final de un ínfimo pasillo que daba a la puerta de calle. Vaya vida la de los psíquicos, si conocen el futuro ¿Por qué no jugarán a la lotería?, pensaba mientras se convencía de que definitivamente ese era el lugar. Inspiró profundamente y caminó cautelosamente siguiendo unos carteles con flechas que indicaban la oficina del psíquico. La oficina era algo de no creer, nadía concebiría que dentro de tal pocilga de mala muerte se encontrara un lugar tan lujoso como lo era ese. Lleno de sedas de colores colgando por el techo, cojines en el suelo, velas e inciensos que perfumaban toda la habitación con un olor esotérico. En medio de todo el humo de este, se encontraba un hombre calvo, de estatura baja y tez morena. Al ver a esta mujer entrar a su templo le pidió cortesmente que se quitara los zapatos y los dejase junto a la puerta. Obedeció y fue a sentarse en uno de los cojines que estaban frente a él.
-Dime, ¿qué te trae por acá? ¿Dinero?¿Fama?¿Fortuna?¿Amor?
-La verdad es que... solo quiero preguntarle sobre alguien muy especial para mi y su futuro.
-Ahá, comprendo. Es esta persona un hombre, ¿no?
-Si... Su nombre es Elías
-Elías... ¿Y por qué preguntas sobre el futuro de Elías y no por el tuyo propio?
-Porque es más simple conmigo. Me hago un par de preguntas a mi misma y sé como afrontar las situaciones. Sé como soy yo, pero él... él me resulta aun un signo de interrogación
-¿Aun, dijiste?
-Si, lo que pasa es que.... la verdad es una larga historia y creo que solo debo contarle los acontecimientos recientes. Él es un amigo que quiero demasiado y que me preocupa que esté sufriendo por mi culpa. Tengo un amigo que tiene un 6to sentido bastante desarrollado y me dijo un par de cosas que me perturbaron un poco. Tras sus declaraciones me recomendó que viese a alguien con más experiencia para que estuviese más tranquila, pero no sé por qué tengo la sensasión de que me dirá exactamente lo que él dijo...
-A ver pequeña... ¿Cuál es tu nombre?
-Amalia
-Pequeña Amalia, en primer lugar ¿tienes alguna pertenencia de él? ¿o alguna foto?
-Si, siempre traigo conmigo esta foto en que salimos los dos.
Amalia sacó de su pequeña cartera una foto de ella con su amigo tomada el día del cumpleaños número 17 de ella. En una de las esquinas de la foto decía "Te Amo". Se la entregó al psíquico.
-Ya veo. Bueno, partiré diciéndote un par de cosas de su presente para que entremos en confianza y posteriormente te diré sobre tu futuro. Este chico fue alguien muy importante para ti. Es un muy buen hombre, pero te hizo sufrir mucho. Él fue pareja tuya, tu primer amor. Es un hombre que muestra confianza en si mismo y una gran capacidad de persuación cuando se lo propone. Él te dejó por un conjuro que alguien le hizo, alguien fue reemplazándolo de a poco, y tú notaste ese cambio. Ahora él está con otra mujer y es feliz, pero a veces por las noches no puede evitar sentir una puntada en el pecho y llorar desconsoladamente. Él te ama, pero no como dice en esta foto, él te siente como alguien muy cercana e importante en su vida, él piensa en tí cada vez que debe tomar una decisión importante. Ahora, su futuro... Tu amigo aprende muy rápido y últimamente ha estado desarrollando habilidades no muy buenas, a pesar de que él crea que así lo son. Esas habilidades que está potenciando hoy serán las que mañana lo entierren en el cementerio. Pero eso no es todo, de a poco se irá alejando de todos, de su familia, su pareja, sus pocas amistades... Sufrirá tremendamente y en esos momentos se acordará de ti, en lo importante que fuiste para él. Tenderá a arrepentirse de todo lo que hizo desde que te dejó, luego buscará refugio en las experiencias vividas con otras parejas, pero siempre estará la carga de que si hubiese puesto algo más de su parte las cosas hubiesen resultado bien. Y en ese entonces, cuando esté solo y nisiquiera tú estés para ayudarlo, él se volverá malo. No le importará la gente porque no se siente cercano a ninguna persona, así que se dedicará a la magia oscura. Se perderá en un avismo sin luz y podrá hacer nada...
-¿Osea me está diciendo que yo soy la culpable de todo?
-No quiero ser rudo con esto pero, sí. Tu fuiste y serás lo más bello que tuvo. Tu fuiste lo que lo hacía despertar por las mañanas y poder respirar profundo. Sin tí... comenzó a olvidar lo que era sentirse pleno, no así lo que era la felicidad, pero ¿de qué sirve la felicidad si no gozas de plenitud para disfrutarla?
-Y... ¿hay algo que pueda hacer por él?
-Lo lamento, pero por mucho que intentes él seguirá ese triste y solitario destino
-Entiendo...
Amelia sale sollozando desesperadamente de ese lugar, corre bajo la lluvia, siente como las lágrimas se mimetizan con esta. No sabe que hacer, se siente impotente frente a un inexorable destino. Se tiende sobre el frío asfalto a llorar desconsoladamente; se siente culpable.

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