27 de Diciembre, 20:31 hrs. Hace 18 años atrás nacía yo, mi familia entera se llenaba de júbilo por la primera niña que nacía entre ellos. Ahora, 18 años más tarde, es como si a nadie le importara mi existencia. Es un día como todos para todo el mundo y me han pegado esa sensación, a pesar de que muy dentro de mi me gustaría que este día fuese especial.
Tantos años esperando este día para que fuese así... Me siento decepcionada, ¿Tanto alboroto para esto? Esto se suma a mi lista (si, otra más) de decepciones. Es inevitable recordar el año pasado y pensar que no fue del todo un gran acontecimiento pero una persona se encargó de hacerlo especial, hoy durante 1 hora se encargó de hacerme sentir como que era un día distinto, pero tras cortar el teléfono la gente seguía sus rutinas de siempre. Mi mamá hoy fue a trabajar como todos los fines de semana y, extrañamente, siento que la extraño mucho. Tengo esa necesidad de estar con ella, la misma sensación que tengo cuando me enfermo y necesito que ella me haga compañía, o cuando me rompen el corazón y necesito que llegue ella con un vaso de agua con azúcar.
También necesito a mis amistades, una pequeña atención de ellas, no solo un vacío saludo de cumpleaños en el muro de facebook, algo que me demuestre que en verdad les importo y podríamos decir que han sido 5 personas las que lograron eso: Juan, Guillermo, Maritza, Araceli, Camila.
Pero aun así sigue siendo un día vacío, aburrido, común, trivial, banal, monótono y así podría seguir el resto del día (para desaburrirme un poco, digo yo). Y aun faltan tantas personas que siquiera recuerden que hoy cumplo 18 años, Cristóbal por ejemplo. Sin contar a mi ingrata familia que apenas se acuerda de mi existencia, pero a estas alturas creo que ya no espero nada de ellos, deben tener tamaño desestre en sus vidas que mejor se ocupen de ellos.
Hoy no fui a misa, esperaba que eso arreglara el día pero siento un vacío espiritual tras no haber podido comulgar para navidad, cumpleaños y ahora año nuevo que no me motiva a ir los domingos a la iglesia. Oficialmente este es un año de mierda que quiero se vaya luego y me alegro que le queden tan solo 99 horas y 15 minutos para que acabe...
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