viernes, 22 de abril de 2011

298.~

Hay ciertas cosas que de un segundo a otro me provocan una indescriptible melancolía. El otro día estaba en un sucucho de república viendo el partido de Barcelona contra el Real Madrid, bebía cerveza con mis compañeros de universidad y conversábamos de temas banales. Frente a este local había un colegio, el que cada 45 minutos hacía sonar un timbre... y cada vez que sonaba se me erizaban los pelos. Pensaba en cómo un sonido tan molesto y corto podía recordarme tan profundamente esos años de escolaridad, cómo algo que era tan común hace un par de años ahora se había vuelto el sonido más especial y nostálgico de la vida. No sé, como que entré en un estado de shock y no atinaba a hacer nada, además sentía como que una pequeña lágrima se me quería escapar... Lo único que pude decir cuando preguntaron por mi rostro fue "Es que ese sonido me hizo recordar algo" y nada más. Probablemente ellos nisiquiera oyeron el timbre, aunque aun así lo hubiesen hecho no habrían entendido todo lo que yo sentía en esos instantes.

No hay comentarios: