lunes, 21 de mayo de 2012

4 años.

¿Cuánto se puede cambiar en 4 años? ¿Cuántos centímetros crecerá el cabello? ¿Y cuántas veces te cambias el color del pelo? Tomo como punto de partida aquellos días en que aun era una niña, en que las cosas eran más fáciles porque se podían dejar para después, en que la mayor preocupación era reír lo suficientemente fuerte con las amistades. En aquellos tiempos no habían mayores deberes que ir al colegio de lunes a viernes a las 7.45, no poner atención por reír, volver a casa en las tardes, almorzar, visitar a un viejo amor y nada más. Hace 4 años no tenía de qué preocuparme, no tenía mayores dolores, no tenía mayores motivaciones. Hace 4 años era yo, mis amigas y él. Con el pasar del tiempo fue la lucha por mantener ciertas amistades y la primera crisis de mi vida al perderle a él.
Básicamente así partió mi camino a la adultez, desarrollando la capacidad por ponerme de pie tras caer al suelo. En estos años he ganado y perdido gente, me he llenado de buenos y malos momentos, pero por sobretodo he ganado experiencia. A tal punto que si alguien me preguntase si volvería a mis 16 años le diría que no, aunque la nostalgia me carcoma por dentro, porque si vuelvo me sentiría idiota y vulnerable, sin las herramientas para volver a vivir lo pasado, por eso prefiero quedarme aquí. Quizá no sea lo que quiero ser, quizá siempre busque cambiar aspectos de mi persona, pero esta es mi vida. Y si, suenan bastante conformistas estas palabras pero a estas alturas no quiero ni puedo seguir entrampada en recuerdos, en personas, en amores y desamores, hoy por hoy quiero seguir construyendo en el presente y conservar la visión a futuro que he desarrollado con los años. Hoy quiero sentir la vida de forma más sencilla, volver a encantarme con pequeños detalles que me llenen el alma, no complicarme por gente que no valga la pena, generar proyecciones y sueños sobre mi futuro personal y académico, dejarme impresionar y aprender a saborear lentamente las cosas, sin la impulsividad presente en el apogeo de la adolescencia. Ahora es cuando uno se "pospone" leve y momentáneamente en el presente a modo de conseguir frutos a futuro, ahora es cuando la motivación invade el cuerpo y crea proyectos o intervenciones para el día de mañana, para cuando un cartón me acompañe por las vicisitudes de la vida. Ahora es cuando puedo decir, a mis 20 años, "Amanda, es hora de dar vuelta la página..."

No hay comentarios: