viernes, 6 de enero de 2012

Corriente de la consciencia

Déjame que te deje, Palomo. Déjame ser cómplice del funeral a Pandora. Déjame cantarle al alba una canción de muerte. Déjame, Palomo...

(Deja que la cama chille otra vez, déjame sentir el aroma a tu almohada, que las paredes sonrían de nuestra dicha)

Pero no me dejes, Palomo
que si me dejas
yo
otra vez
me dejaré seducir

(Estoy en un cuento de nunca acabar, después de tanto tiempo no volvía a sentir esa esperanza a flor de piel) Te extraño, mataría por un beso tuyo. Haría lo que fuese con tal de volver a amanecer en tus brazos. Estoy en el límite de la locura, un solo paso más y caigo al abismo.
Te quiero, siempre lo he hecho, lo digo desde la profundidad de mi sensatez. Temo, temo volver a ilusionarme y caer por tí. Por más que quiera hacer algo más me siento inmovilizada por las desilusiones... Quiero volver a mirar fijamente esos ojos... (She loves him, she loves him, she loves him, she loves him, she loves him, she loves him...) Te extraño, te extraño en demasía. Te necesito, sí, te necesito aquí conmigo. (Esta vez será distinto, lo prometo... tan solo déjame demostrarlo)




Tú, yo
y la poesía pagana.-

No hay comentarios: