viernes, 7 de enero de 2011

Quiero terapia... ¡ahora!

-La verdad es que me siento atrapada en esos momentos, como si no tuviera escapatoria alguna. Derrepente quiero decir algo y sale con un "¡No me vengas aquí con tus juegos psicológicos!" y me deja callada. No puedo hablar, tengo que escuchar como me hace sentir pésimo. "Claro, que si no te dicen las cosas no las haces, que tu haces lo que tu quieres pero mientras vivas en esta casa estás bajo mis reglas y si no le gusta búsquese un arriendo y váyase". Un momento, pero ¿cuándo me toca hablar a mi? Es terrible, una intenta ser racional y darse cuenta de sus errores para no volver a cometerlos pero está este ALGO que te deja pegada en lo malo, que cada vez que haces algo mal te castiga pero si haces algo bien no importa porque tenías que hacerlo, así que no hay premio para ti, lo lamento. Esto es completamente insano. Supongo que así nacen las neurosis, como dijo un profesor de la Universidad hace algún tiempo. Imagínense un niño que hace algo y lo retan. Luego el mismo niño pide permiso para algo y sus padres responden que no porque no respeta a sus mayores. Al día siguiente el niño se porta bien y les pide permiso a sus padres, a lo que éstos responden "Claro ¿me tratas bien solo para que te de permisos?". Bloqueo emocional para el niño. Así me sentí yo. ¿Qué mierda esperan que haga entonces? Decídanse, o si o no, pero no los dos. Sea de una línea o sus hijos serán neuróticos. O da lo mismo, puede que sean grandes doctores o abogados pero se llevarán mal con sus padres, así que no le tema tanto a la consecuencia para tener el valor de hacer las cosas bien en el presente.
-Ya estás exagerando otra vez... Doctor, no le crea.
-Por favor, déjela que termine. Luego si usted desea hablar puede contarnos pero ahora respetemos los turnos de los otros.
-Bueno principalmente es eso, siento que no puedo dialogar con mi madre. He intentado hacerlo de diversas maneras y no hay caso, no funciona. Derrepente trato de decirle fríamente para ver si se da cuenta y no, ahora prefiero simplemente quedarme callada porque cosa que le diga la toma como un ataque y me dice que le falto el respeto mientras me levanta la voz.

A mi no me gusta esto, yo amo a mi madre pero siento que ella no quiere cambiar, que en verdad no tiene la voluntad suficiente como para decir "Ok María, contrólate y cuenta hasta diez". Y es en esos momentos en que me gustaría que estuviésemos aquí en la terapia, para que un factor externo a la familia que pueda ver las cosas mejor nos guíe (no solo a ella, a mi también) y podamos así llegar a la solución del problema más que seguir metiendo el dedo en la herida.



(Tengo pena... siento que mi mamá dentro de la casa es una y afuera es otra. Para los demás siempre está esa María Nelly buena, bondadosa, alegre, comprensiva... pero para la familia poco se ve de eso. Suele mostrar más su faceta de madre déspota que de comprensiva. Está bien que se relaje con los demás, estoy complemente de acuerdo con eso, pero es mucha la diferencia entre una y otra. A veces quisiera que mi mamá me diera un abrazo por ningún motivo en especial, solo porque quiera hacerlo, que fuera como esas mamá de las películas que son bonitas, tiernas, comprensivas... pero bueno, uno no elige donde nacer)

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