martes, 31 de marzo de 2009

Crime and punishment


Cansancio, más del normal. Melodías como hace tiempo no eran, pero en un mejor contexto. Yacía allí tendida sobre un colchón que se hace llamar cama pero que no cumple con los requisitos más mínimos para serlo, estaba pensando sobre algo que quizá otro ya había meditado con anterioridad, pero no le importaba, sabía que necesitaba hacer esos pensamientos suyos y de nadie más. Le gustaba creer que con ese ambiente medio lúgubre y pobretón podría llevar a su alma a la máxima expresión de sentimientos, esa sensación algo tétrica le generaba algo que nisiquiera ella podría explicar bien. Es que todas esas personas dan vueltas en su mente inconcientemente sin que ella lo note, piensa todo el día en como terminará la historia, en si se casarán ellos dos, si él se dará cuenta de sus sentimientos por ella así como si ella aceptará que está enamorada de él. Pero por más que quisiera no podía dejar de lado ese letargo producto del acostarse a un horario indebido el día anterior. ¡Pero que más daba! si sentía que toda esta historia se le iba enrredando entre los dedos al voltear cada página del libro que el profesor de Lenguaje hizo que releyera, pero ahora con mayor cordura a la vez primera.
¿En qué terminará? Creo saberlo, pero no lo recuerdo del todo, ahora creo sentirme con mayor interés en terminar el libro de una vez para disfrutar de un día muy especial.

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