4 de la madrugada y no podía dormir; pudo haber sido el calor que la sofocaba o el sonido del computador prendido para terminar la descarga ilegal de un película, como fuera, esa noche no podía dormir. Algo le inquietaba, así es que intentó recordarlo... Al terminar de pensar en esta extraña situación la idea le vino a la mente "El cumpleaños de tu amiga". -¡Demonios cómo lo pude olvidar!- pensaba ella. Se levantó rápidamente de su cama y se instaló frente la pantalla del computador. Hizo unos pequeños trámites cumpleañeros, que no le tardarían mucho, y quedó desocupada. Su intriga de aquella página visitada la noche anterior fue mucha y decidió intentar parecerse a esa tierna e inocente niña que vio en una página web.
Parece fácil-pensaba mientras veía sus fotos- nada más parece que se la pasa sonriendo. Yo también puedo hacer eso... Pero, ¿Por qué quiero hacerlo?.
Siempre tuvo claro que no tuvo una figura femenina que le enseñara a ser delicada y coqueta, pero ¿Por qué cambiar de un día para otro?, quizás porque alguien le había dicho "No, porque tu no eres femenina".
-No es que cambie por lo que dicen los demás, es que siempre he creído que no soy lo suficientemente femenina- pensaba ella.
Se puso de pie y se dirigió al espejo más cercano, inspiró profundamente y musitó "Adiós pequeña bandida" y comenzó a practicar su mejor sonrisa.
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