Verte aparecer de sorpresa es mi forma favorita de encontrarte

Nada de ideas sobre pensantes, nada de barreras ni muros levantados

Llegas y somos tres: tú, yo y el presente.

Me besas en la mejilla y siento el primer shot de adrenalina

El primer cortocircuito de la noche es cuando siento tu aroma cerca mio

Nos evitamos, de verdad lo intentamos, y nadie lo nota

Para el resto somos nuevamente dos extraños hace unos meses

Dos adultos maduros y civilizados 

Solo porque no pueden ver bajo las sábanas

Mis ojos buscan los tuyos y viceversa

Puedo sentir el placer cuando tu mirada me busca

Y yo te ignoro mientras sonrío de reojo

Un encendedor, un cigarro y un vaso. Repetir.

De pie, fijar la mirada y caminar con decisión

Detenerse un segundo y acercarme a tu oído

"Te espero en aquel lugar", luego seguir caminando

Dejar la puerta entreabierta y esperar

Segundos después entras

Toma la llave, tu inicias y luego sigo yo

Me miro en el espejo, inhalo profundo, mis pupilas se dilatan

Y es como si dos océanos se juntaran, dos imanes se unieran

En un segundo tus labios sobre los míos, tus manos en mis caderas

Las paredes se derriten, la matrix deshaciéndose 

La única forma de poner mi mente en blanco es cuando estoy contigo

Porque no necesito pensar, mi cuerpo se encarga de sentir cada poro de mi piel

"Yo salgo primero, luego sigues tu"

Llego a la pista de baile y siento como si el mundo girara al rededor mio

Bailo, me muevo, miro a uno, miro a otro

Susurras en mi oído 

"Quiero verte encender el fuego en otros hombres"

Y te alejas hacia una esquina, solo tu mirada en mi y tu vaso en la mano

No sé cómo lo haces, pero  ¡Dios mío que bien lo haces!

Esa mente retorcida es mi adicción.

Pero cariño a estas alturas deberías saber

Que de día soy miel y de noche veneno

Y el veneno es excitante solo el segundo que toca tus labios

Momentos después verás como destrozo cada parte de ti

Tomaré cualquier sentimiento por mi que florezca en tu pecho

Y lanzaré ácido para que no solo desaparezca

Sino también para que nada vuelva a crecer ahí