viernes, 8 de octubre de 2021

 Ese día se levantó como cualquier otro, rutina de cada mañana: ducharse, vestirse, alimentar las mascotas, preparar café y salir. El taco era el mismo de todos los días. Llegó al trabajo como todos los días hace 3 años. Se sentó en su escritorio a esperar pacientes, mientras estos no llegaban el nudo en la garganta empezó de a poco a apretarse, los pensamientos intrusivos no paraban -"Ahora si me quedé sola", pensó. 

Si tan solo ese día que hablaron y ella le dijo que no eran nada, si tan solo ese día tú no hubieses puesto ese rostro de tristeza, si tan solo no hubieses dicho con tristeza en los ojos "cómo que nada?". Si tan solo ese día no existiera ahora no estaría intentando con fervor y temor el mantenerse ocupada para no mirar el celular con la infantil esperanza de su llamado para arrepentirse. 

Se siente al borde de la locura y el infantilismo, al borde de la realidad y la imaginación... Y le avergüenza tanto siquiera hablar de cómo se siente con otros por miedo a ser cuestionada y que le sume daño a su herida de abandono. Tiene miedo de decirle a otros que nunca nadie la había hecho sentir así, especial, importante, valiosa, valiente. Tiene terror de ella misma por tener que poner bajo su lengua un clotiazepam para mantenerla funcional. 

No hay comentarios: