Que la nieve ya no es tan pura
que es la ceniza de fumadores
que cae a la tierra
y nos deslumbra ciegamente
sin ver que en realidad
no es más que mierda combustionada
Ni la neblina ahora se escapa
todo son nubes tóxicas
y de la mano del vicio
ahí va nuestra hermosura terrenal
Miremos las cumbres, las montañas
somos los dioses del siglo XXI
jugamos con el mundo
¿Quién necesita a la madre naturaleza?
Somos nuestros propios jueces
Lavémonos las manos
y con el agua hagamos un río
con los desechos del plato
pongamos peces mundanos
Aplaudamos y hagamos truenos,
con la guerra ponemos los rayos
y los caídos serán nuestros mártires
Con el barro ensuciemos rostros
que los flojos no se quieren lavar
porque el agua les asusta como al gato
y los valientes estamos arriba
tenemos el aire, la vida y la creación.
Escondamos las peluzas de nuestra perfección
en el ombligo vecino
y al que fiscaliza le bendamos los ojos
con arcoíris y flores rosadas.
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